Durante el
Paleolítico el caballo era un animal
abundante y formaba una parte fundamental
de la dieta de los
cazadores-recolectores. Su importancia
para el ser humano queda reflejada en el arte
rupestre de nuestras cuevas y
abrigos. El caballo salvaje, en aquellos
tiempos ampliamente distribuido en todos
los continentes, está extinguido. Sólo
está representado ahora por el caballo
de Przewalski, considerado como un
antepasado del caballo doméstico actual.
La caza por parte del hombre y la
pérdida de hábitat produjo tal descenso
en las poblaciones de esta especie, que
en la actualidad ya no existe en la
naturaleza. Este animal, que ahora sólo
se conserva en cautividad, es más
pequeño y robusto que el caballo
doméstico.
El caballo andaluz de pura
raza se conoce también como PRE (Pura Raza Española). Al parecer, su origen se remonta a los primeros ejemplares domados por los iberos (Equus Ibericus), si bien su procedencia no puede establecerse con absoluta fiabilidad. Existen varias teorías sobre su aparición, pero es aceptado que a lo largo de su historia se mezcló con otras razas equinas, como el caballo árabe y el
bereber.
(
Nota : En los Estados Unidos
existen caballos que reciben el
calificativo de salvajes, pero en
realidad son descendientes de caballos
domésticos de los colonizadores europeos
que se han asilvestrado. Los caballos
salvajes de este continente se habían
extinguido a finales del Pleistoceno.)
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